La perdiz roja (Alectoris rufa) es una de las especies de caza menor más importantes en España. Este ave autóctona del Mediterráneo occidental, perteneciente a la familia de las gallináceas, se halla presente en Portugal, España, Sur y centro de Francia, noroeste de Italia, Córcega y a partir del siglo XII en las Islas Baleares.
Las modificaciones ecológicas de los últimos años han influenciado en gran medida las poblaciones españolas de perdiz roja. Las grandes modificaciones que ha experimentado el paisaje tradicional español en años recientes se han traducido en la desaparición de los ribazos donde la vegetación servía de refugio a las perdices y sus nidos. El abandono del cultivo de cereal ha significado una disminución del alimento disponible para las perdices, favoreciendo al mismo tiempo la proliferación de predadores de las especies de caza menor.
No hay que olvidar que diversas anomalías que afectan a los cromosomas son causantes de un descenso de la fertilidad. Además, cuando se reduce el tamaño efectivo de las diversas poblaciones aisladas se aprecia un incremento en la consanguinidad, consecuencia del apareamiento entre individuos emparentado y medio plazo una menor fertilidad.
Por ello es necesario el aporte en campo de perdiz criada en semicautividad, perdices como las de Cinégetica Sierra Negra, criadas a casi 1.200 metros de altura en unas condiciones climáticas extremas que facilitarán la adaptación a medios mas favorables.